miércoles, 25 de noviembre de 2015

EL IMPERIO

El Imperio también duró cinco siglos y se divide tradicionalmente en dos períodos: Alto Imperio, hasta las postrimerías del siglo III dC, y Bajo Imperio, hasta el año 476.
Hay grandes diferencias entre un periodo y el otro. 

HISTORIA INTERNA: REGÍMENES POLÍTICOS

El Alto Imperio: Principado
Con Octavio Augusto se inicia un sistema político que es conocido con el nombre de Principado, porque el emperador tenía el título oficial de prínceps. El prínceps dominaba todas las instituciones del Estado, es decir, magistraturas, Senado y comicios.
Augusto consiguió este poder absoluto gracias al apoyo del ejército con el que derrotó Marco Antonio en 31 aC en la batalla de Àccium. A partir de aquél momento fue acumulando honores: Princeps Senatus, augustus, pater patriae y los poderes básicos: potestad tribunicia e imperio proconsular vitalicios, control de las costumbres, pontificado máximo, y poder legislativo. 

Como la sucesión no estaba reglamentada ni el poder era legalmente hereditario, el ejército, sobretodo las cohortes pretorianas acantonadas, escogía el futuro emperador (unas veces de los miembros de la familia imperial y otras entre los generales más prestigiosos o más generosos).

Las antiguas instituciones republicanas quedaron totalmente desvirtuadas. Las magistraturas se convirtieron en una especie de títulos nobiliarios y los comicios desaparecieron. El Senado pasó a ser el órgano legislativo, siempre bajo la autoridad del emperador.

Se crearon nuevos cargos públicos: los prefectos (encargados de la administración de la capital del Imperio), los procuradores (funcionarios al servicio directo del emperador, en Roma y en las provincias), los fines de la cancillería (encargados de los diferentes «ministerios»: justicia, administración de las provincias, reclamaciones, asuntos exteriores, etc). Los funcionarios más importantes constituían el consilium principis que era el auténtico gobierno del Imperio. 

El bajo imperio: Dominado
Con el fin de poner orden en el caos político, social, económico y militar, Diocleciano hizo una reestructuración radical del sistema imperial: le dio un carácter monárquico, absolutista, al estilo oriental; el emperador era considerado como un dios, amo y señor del Imperio y de la vida y la hacienda de sus súbditos.

Diocleciano dividió su Imperio en dos partes: Parte Oriental (Diocleciano se encargó de dicha parte y cuya capital era Nicomedia) y la parte Occidental: nombró a Maximiano para que se encargase de esta parte, cuya capital era Milán).
Los dos tenían el título de Augusto. Cada uno, nombró a un viceemperador con el título de César destinados a sucederlos. Este sistema se llama Tetrarquia. 

La tetrarquia, no funcionó y los dos augustos abdicaron, pronto empezaron los conflictos hasta que Constantino volvió a unificar el Imperio, nombrando capital Constantinoble. Repartió su testamento entre sus hijos. 

Durante el siglo IV se fueron haciendo particiones y unificaciones, hasta que finalmente el emperador Teodosio dividió el Imperio entre sus dos hijos y quedó así definitivamente.



HISTORIA EXTERNA: DEL APOGEO A LA CRISIS 

- Siglo I aC. Augusto incorporó al Imperio el reino de Egipto y culminó la conquista de Hispania después de vencer a los cántabros y asturos (19 aC). Dividió la Península en tres provincias: Bética, Lusitana y Tarraconense. 
- Siglo I dC. Se fijan los límites del Imperio en el río Danubio-Rin y se amplían los territorios de Mauritania al sur y Inglaterra al norte.
- Siglo II dC. Se amplía el Imperio por Oriente (por Arabia, Armenia y Mesopotamia). En Europa el emperador Trajano, conquista la Dacia (actual Rumanía). Su sucesor Adriano (también hispano), fija las fronteras, momento en el que asuele su máxima esplendor y expansión.
- Siglo III dC. La presión de los diferentes pueblos bárbaros sobre las zonas fronterizas del Imperio se hace cada vez más difícil de contrarrestar. Se empiezan a producir incursiones hacia el interior, que llegan hasta zonas de Italia y Hispania. Vasos, alanos, francos y otros pueblos bárbaros van tomando posiciones dentro de las fronteras.
- Siglo IV dC. Todos estos pueblos ocupando zonas cada vez más extensas. Por el este de Europa llegan los visigodos, empujados, a su vez, por los hunos; en Oriente son los persas. Los emperadores romanos mantienen el control sobre el Imperio gracias a un ejército formado, la mayor parte, por tropas bárbaras y comandado por generales bárbaros.
- Siglo V dC. A principios de siglo hay una entrada masiva de pueblos por la frontera norte (suevos, vándalos, burgundios...). Comienzan a disputarse entre ellos el empleo de las diferentes zonas del Imperio. De hecho, sus reyes y generales dominan ya los mismos emperadores. Roma es saqueada diferentes golpes, hasta que el 476, un caudillo bárbaro, Odoacro, destituye al último emperador romano, llamado Rómulo, como el fundador. 



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